Termas de Chaves

Las Termas de Chaves se sitúan en el «Campo do Tabolado», en la margen derecha del rio Tâmega.

Las aguas termales en mucho contribuyeron para la relevancia de esta tierra en el imperio romano, bien patente en el nombre otorgado a la ciudad ‒ Aquae Flaviae.

Después de la ocupación romana, las fuentes termales fueron subestimadas hasta el reflorecimiento del interés por el termalismo en el siglo XVII.

En el final del siglo XIX, además de la «Fuente del Pueblo», se construyó una buvete, donde los usuarios podían apreciar el agua más confortablemente.

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Fotografía de Fernando Ribeiro

A partir de 1945, gracias al impulso dado por el Dr. Mário Carneiro, director clínico de las Termas, las aguas empezaron a ser usadas para fines científicos, por lo que hubo necesidad de hacer obras de recualificación de relieve, como una nueva buvete revestida de bellísimos azulejos y un moderno complejo termal.
Actualmente, el complejo termal – o SPA del Imperador ¬- cuenta con un sector clínico, con consultorios médicos y una enfermería, además de dos balnearios – Flávia y Vespasiano – donde están los servicios de balneoterapia, de tratamiento de colon y recto y de tratamiento de afecciones en las vías respiratorias, entre otros servicios de apoyo.

Las aguas termales de Chaves tienen una composición única en la Península Ibérica, son hipertermales (73ºC), bicarbonatadas, sódicas, meso mineralizadas y gasocarbónicas. Son usadas en el tratamiento de afecciones músculo-esqueléticas, respiratorias y del aparato digestivo, bien como en casos de estrés, cansancio y ansiedad.

En este momento, el balneario termal se encuentra encerrado, para obras de remodelación y recualificación.